Variedades
La Sierra de Salamanca es un paraíso de diversidad a todos los niveles. En el viñedo encontramos un gran abanico de variedades diferentes, con un potencial enológico extraordinario.
La Rufete es la variedad autóctona y predominante en la zona. Se caracteriza por estar altamente adaptada a la zona, con un racimo de tamaño pequeño y apretado y con un grano de tamaño medio y hollejo fino. Es una variedad sutil, de compleja elaboración, que aporta aromas delicados con recuerdos a frutas rojas y especiados, con taninos dulces y suaves que aportan elegancia y complejidad a los vinos.
Caracterización Varietal: Rufete
Otras variedades a destacar en el territorio son la Garnacha tinta y el Tempranillo, conocidas en la zona como Calabrés y Aragonés respectivamente. Ambas son clones de la variedad principal, estando adaptadas a las peculiares características de la Sierra debido a un proceso evolutivo y adaptativo de varios siglos. Esto les confiere pequeñas características diferenciadoras de la variedad en general.
En el Reglamento se establece cuáles son las variedades de uva aceptadas para la elaboración de Vino de Calidad de Sierra de Salamanca y su producción máxima. Se ha querido potenciar y proteger las variedades autóctonas o muy adaptadas a la zona, con demostrado potencial enológico.